22 agosto 2010

Una buena escuela

¿Qué es una buena escuela?
¿Cómo reconocer cuál nos conviene?
Son solo dos de las preguntas que nos hacemos antes de inscribir a nuestros hijos a una escuela, de escoger la propia en los ya mayorcitos o el centro de trabajo para aquellos que somos docentes.
Pues estos dos meses he estado en las tres situaciones, buscando una escuela para mi princesa (que hoy inicia su educación primaria) una escuela para hacer mi maestría y una donde trabajar.
En el próximo post entregaré una guía completa y detallada de como seleccionar la mejor escuela para tu hijo (o para ti) de mi escuela para la maestría solo les diré que tuve la suerte de encontrarla mientras buscaba la de Ari, en esta ocasión me dedicaré a contar porque busqué otro trabajo y cuales son las diferencias entre estos.
Estaba trabajando en un escuela que presume de llevar 7 años seguidos ganando el 1er lugar de la Olimpiada del conocimiento a nivel zona escolar, pero si en 7 años nunca has pasado del nivel de zona no quiere decir que seas bueno, sino que los demás a tu alrededor están peor. Una escuela con una hora diaria de inglés y que cuando yo llegué los alumnos de 6o (léase, después de seis años de estudiar inglés todos los días) no podían decirme que significa Hard ni que significa Soft (por Hardware y Software)
Después de tres años de entrega total de mi parte (hice el sitio web de la escuela, los discos interactivos de informes y publicidad, daba mantenimiento preventivo y correctivo a los equipos del laboratorio, de los administrativos y hasta los equipos personales de los empleados, el director y hasta el dueño) sin recibir un peso extra ni siquiera la ocasión en que me hicieron trabajar 13 días de corrido sin descanso, llegó un momento en que el vaso se derramó y fue resultado de tres simples acciones:
1.- En la ceremonia en la que el dueño agradeció la participación en los proyectos académicos fui al único al que no mencionó a pesar de que solo dos maestros fuimos los 13 días
2.- En tres años mi único aumento fue de $100 mensuales a pesar de todo lo que hacía (fui varios domingos a trabajar) y
3.- La escuela es regida por los papás que cuando quieren algo solo amenazan diciendo que su hijo ya no quiere ir y el dueño hace lo que sea.
Siempre he dicho: "hay un Dios que todo lo ve..." y como me dijo Mike: "los mejores trabajos son los que no buscas..." una maestra que conocí en la presentación de un libro y que estaba interesada en que le ayudara con su página web, me marcó para ofrecerme el puesto de maestro en su escuela, que dicho sea de paso, no tiene nivel de comparación, empezando porque la primer regla de la directora es que debemos saludarnos todas las mañanas con un abrazo y una sonrisa (podrá sonar cursi, pero muchas veces eso te hace el día) hasta el hecho de que $500,000 para equipar un salón de computación aquí es una inversión y allá es un gasto imposible.
Hablar con Ari al término de su primer día de clases y que me diga: "estoy muy feliz", que yo estoy muy a gusto en mi trabajo, encontré donde podemos Memo, Vic y yo hacer la maestría empezando ya mismo, lo de Rodolfo es benigno y que todas las personas que amo se encuentran bien de salud, solo me reafirman: "hay un Dios que todo lo ve..."