"Es obligatorio para todos los planteles educativos del país, oficiales o particulares, poseer una Bandera Nacional, con objeto de utilizarla en actos cívicos y afirmar entre los alumnos el culto y respeto que a ella se le debe profesar."
En el artículo 9 dice:
"En festividades cívicas o ceremonias oficiales en que esté presente la Bandera Nacional, deberán rendírsele los honores que le corresponden."
Y en el Reglamento del Ceremonial Militar, en la sección II, artículo 18 dice:
"Siempre que se disponga de banda de música, se ejecutará el Himno Nacional, cuando la de guerra toque “Bandera”, para hacer honores a la misma." (nótese que da la posibilidad de que haya o no Banda de Música, pero marca que siempre debe estar la Banda de Guerra).
De lo cual, surge un silogismo simple: "Si la ley obliga a las escuelas a tener una Bandera y rendirle los honores que le corresponden y también la ley marca que los honores correspondientes a la Bandera Nacional deben hacerse con Banda de Guerra, entonces, la ley obliga a las escuelas a tener Banda de Guerra"
Para aquellos que amamos la Banda de Guerra, sería un sueño hecho realidad que las autoridades educativas interpretaran de la misma forma que yo este silogismo, pues supondría que tendríamos las mismas oportunidades que los profesores académicos, aunque, lamentablemente, he de confesar que de la misma forma, habrá muchos (es mas, la mayoría) de los que actualmente se dedican a dar instrucción de Banda de Guerra que se quedarían seguramente desempleados.
Que la SEP marcara la obligatoriedad de las Bandas de Guerra en las instituciones educativas, significaría que tendría, a su vez, que abrir las plazas laborales para el personal encargado de dicha actividad, pero, al igual que con el personal ya adscrito a la secretaría, deberían cumplir con cierto perfil y tomando en cuenta que la mayoría de los instructores de Bandas de Guerra en México cuentan únicamente con la secundaria, seríamos pocos los afortunados en disfrutar de ese beneficio.
Soy Licenciado en Educación Preescolar (si, uno entre un millón), técnico en computación y Microsoft Certified Professional, actualmente me dedico a la docencia y la Banda de Guerra la tengo como pasatiempo.
Tuve la fortuna de fundar una gran Banda de Guerra en el año 2000, Centinelas, de ahí obtuve muchas gratas experiencias, gané grandes amigos y mi mayor ganancia fué conocer a Nelly, la mamá de mi princesa hermosa.
Centinelas fué una banda que ganó algunos concursos y perdió otros, casi siempre estuvimos en los primeros tres lugares, pero algo que tuvimos los verdaderos Centinelas, o como diría Sarahí "Centinelas hasta las alas", es que siempre supimos que eramos la mejor Banda de Guerra del país (aún la vez que en saltillo quedamos en penúltimo lugar) y lo seguimos siendo a pesar de tener algunos años de no tocar juntos por una simple y sencilla razón:
Todos los que fuimos base en Centinelas (si, como en todas las bandas hubo quienes fueron un tiempo pero no pertenecían y desertaron) actualmente hacemos algo productivo de nuestras vidas y en otras bandas que dicen ser buenas, los elementos siguen estancados en el mismo lugar en el que estaban desde hace 10 años o mas.
Algunos elementos que pasaron por Centinelas y no compartían nuestra visión, se fueron a otras bandas y honestamente, nos da pena por ellos ver que después de 10 años siguen exactamente como los conocimos, profesional y personalmente hablando. Una de las bandas de guerra mas conocidas del pais, que antes pertenecia al PDMU, tiene a uno de los mejores cornetas de órdenes, uno que aprendió a tocar en Centinelas pero que cuando lo quisimos motivar para que estudiara (solo tiene la secundaria) y no lo dejamos andar con chavas de la banda (es casado y con hijos) mejor se fue, a una banda que, toca bonito, pero nadie se preocupa por el de al lado.
A continuación mencionaré (sin orden jerárquico alguno) a la base de Centinelas:
Claro que no mencioné a todos, como lo dije, solo es la base, aquellos que estuvieron varios años y fueron a la mayoría de los concursos.
A todos los que se siguen considerando Centinelas, solo me resta darles las gracias por haber formado parte de algo tan importante en mi vida.
